Comenzó un fin de semana de mayo.
Yo estaba buscando atención;
necesitando alguna intervención.
Sentí que alguien me miraba.
Con una tez blanca,
sentía la conexión.
El aspecto que ella tenía era tan ridículo.
Cada paso que daba,
me hacia esperar el siguiente.
Antes de darme cuenta, ya era algo serio.
Me sacó del bar,
y me arrastró hasta el asiento trasero de un coche.
Cuando las luces se apagan,
en todo lo que pienso es ella.
La imagen de ambos besándonos bajo la lluvia,
arde en mi cerebro.
No puedo olvidar mi aventura inglesa.
Hoy,
Estoy a siete mil millas de distancia.
La película corriendo en mi cabeza,
sobre su cama matrimonial,
me da a entender que no puedo olvidar mi aventura inglesa.
Mi aventura inglesa.
Después estábamos de regreso en su casa.
Un escondite en Mayfair,
todo los grande y genial allí.
Bebimos todo el rato hasta llegar a tercera base.
Princesas desnudándose,
Cayendo sobre sus rostros.
La trama era tan ridícula.
Cada paso me tenía rogando por el siguiente.
Antes de saberlo, ya era en serio.
Me arrastró por las escaleras y no terminó allí.
Cuando las luces se apagan,
en todo lo que pienso es ella.
La imagen de ambos besándonos bajo la lluvia,
arde en mi cerebro.
No puedo olvidar mi aventura inglesa.
Hoy,
Estoy a siete mil millas de distancia.
La película corriendo en mi cabeza,
sobre su cama matrimonial,
me da a entender que no puedo olvidar mi aventura inglesa.
Cuando salí supe que,
nadie que yo conocía me creería.
Ahora miro atrás y sé que,
nadie podrá hacerme olvidar ese recuerdo.
Cuando las luces se apagan,
en todo lo que pienso es ella.
La imagen de ambos besándonos bajo la lluvia,
arde en mi cerebro.
No puedo olvidar mi aventura inglesa.
Hoy,
Estoy a siete mil millas de distancia.
La película corriendo en mi cabeza,
sobre su cama matrimonial,
me da a entender que no puedo olvidar mi aventura inglesa.
Mi aventura inglesa.
Mi aventura inglesa.
